Nuestro lunes: levantadas desde temprano, no desayunamos pero fuimos a acompañar a Gloria al banco. Aprovechamos para ver bien por donde cruzar la calle para tomar el pesero o el camion (colectivos en porteño).
Volvimos a la casa y nos enseñó a conectarnos a internet desde su computadora. Vimos mails y bajamos a desayunar unas uvas, nueces y sandwichs de pechuga de pavo ahumada y queso tipo manchego. Muy rico todo.
Con mamá decidimos ir a ver una exposición de vidrio, que vimos la publicidad en el metro. Buscamos dónde quedaba, organizamos el viaje y partimos.
¡No más tren ligero!
A una cuadra y media de la casa de Gloria está la parada del pesero/camión que termina en Chapultepec ($4 mex, aproximadamente US$0,4). De ahí metro, combinación hasta llegar a Bellas Artes. Salimos cerca del Edificio Postal, asi que nos dimos el gusto de mirarlo por adentro. Todo blanco y drado, había una muestra de esculturas de metal en el interior. Muy lindo, grandiosa la escalera, los ascensores, el techo de vitraux.
Luego fuimos al Museo de Arte Popular, cruzando la Alameda Central. La muestra era pequeña pero interesante. Había varios caleidoscopios para deleitarse con esas imagenes siempre cambiantes. Mucho color. Pasamos por la regalería para comprar souvenirs para nuestra gente de acá.
Después fuimos a comer al Sanborn's que habíamos ido el domingo. Pedimos tacos de pollo y un coctel de frutas para compartir. De tomar nos pedimos cada una un "Smoothie" sin chamoy (mamá de mango y yo de piña). Los smoothies son licuados de fruta con hielo y el chamoy es un picante (puede ser en polvo o líquido) que se le echa al vaso. Delicioso. En la foto se ven mal los colores porque la cámara digital ya estaba agonizando, no sabemos lka razón, y sacaba las fotos híper claras y con los colores distorcionados.
Quisimos volver a entrar al Palacio de Bellas Artes pero otra vez estaba hasta las bolas de gente. Decidimos ir caminando hasta el mercado del Zócalo para comprar una gorra para sol y anteojos negros para mí. de ahí seguimos caminando hasta la estación de metro Pino Suarez (estación "Tortillas" para nosostras, porque unos de los primeros días de nuestro viaje una nena dijo que el dibujo de esta estación parecía, efectivamente, unas tortillas).
Una anécdota "carolinesca": la estación Pino Suarez tiene varias entradas y salidas. Resultó ser que nosotras bajamos por una que hacía un recorrido por un centenar de librerías, pero no había entradas/salidas habilitadas hasta llegar a la más próxima a la estación. Mi sensación de claustrofobia casi nubla mi día. A medida que avanzaba sentía que me alejaba del lugar por donde podía "escapar" y a la vez me acercaba a la supesta nueva salida. No la pasé bien, pero lo superé agilizando el paso y tratando de no pensar demasiado. Pobre la gente que trabaja ahí. Hay muchos locales lejísimos de salidas, es un lugar sin luz natural, sin el "aire" de afuera. No gracias,paso. Jajajaja
Ya en Chapultepec, nos costó encontrar la parada del pesero/camión de vuelta. El chofer de la ida nos dijo que la parada estaba "al final de la mera banqueta" (¿?). La pregunta hubiese sido: ¿cual de todas las banquetas (veredas, aceras)? Es una zona tipo terminal de colectivos, con varias callecitas paralelas, por donde pasan decenas y decenas de pesero y camiones. Finalmente la encontramos: era la última parada en la última "banqueta". Destino: Bosque de Las Lomas (¡cuidado! que no sea el que diga "Las Palmas").
La esquina de la casa de Gloria estña adornada con arbustos recortados prolijamente, con formas de animales, muy simpático,
Comimos "tostadas" que nos preparó la dueña de casa. Son tortillas de maíz fritas (sequitas y duritas) con una buena capa de frijoles refritos, unas rebanadas de aguacate (palta), lechuga, crema y queso canasta. ¡Qué ricor! Caí en la tentación de repetir bajo la insistencia de nuestra anfitriona. Valió la pena. Para rematarnos nos armó unas sincronizadas (quesadillas de jamón y queso).
Así fue más o menos mi último lunes en el DF, el día previo a que mamá comenzara su curso (la razón por la que hizo el viaje).
Será hasta la próxima.
Con mamá decidimos ir a ver una exposición de vidrio, que vimos la publicidad en el metro. Buscamos dónde quedaba, organizamos el viaje y partimos.
¡No más tren ligero!
A una cuadra y media de la casa de Gloria está la parada del pesero/camión que termina en Chapultepec ($4 mex, aproximadamente US$0,4). De ahí metro, combinación hasta llegar a Bellas Artes. Salimos cerca del Edificio Postal, asi que nos dimos el gusto de mirarlo por adentro. Todo blanco y drado, había una muestra de esculturas de metal en el interior. Muy lindo, grandiosa la escalera, los ascensores, el techo de vitraux.
Luego fuimos al Museo de Arte Popular, cruzando la Alameda Central. La muestra era pequeña pero interesante. Había varios caleidoscopios para deleitarse con esas imagenes siempre cambiantes. Mucho color. Pasamos por la regalería para comprar souvenirs para nuestra gente de acá.
Después fuimos a comer al Sanborn's que habíamos ido el domingo. Pedimos tacos de pollo y un coctel de frutas para compartir. De tomar nos pedimos cada una un "Smoothie" sin chamoy (mamá de mango y yo de piña). Los smoothies son licuados de fruta con hielo y el chamoy es un picante (puede ser en polvo o líquido) que se le echa al vaso. Delicioso. En la foto se ven mal los colores porque la cámara digital ya estaba agonizando, no sabemos lka razón, y sacaba las fotos híper claras y con los colores distorcionados.
Quisimos volver a entrar al Palacio de Bellas Artes pero otra vez estaba hasta las bolas de gente. Decidimos ir caminando hasta el mercado del Zócalo para comprar una gorra para sol y anteojos negros para mí. de ahí seguimos caminando hasta la estación de metro Pino Suarez (estación "Tortillas" para nosostras, porque unos de los primeros días de nuestro viaje una nena dijo que el dibujo de esta estación parecía, efectivamente, unas tortillas).
Una anécdota "carolinesca": la estación Pino Suarez tiene varias entradas y salidas. Resultó ser que nosotras bajamos por una que hacía un recorrido por un centenar de librerías, pero no había entradas/salidas habilitadas hasta llegar a la más próxima a la estación. Mi sensación de claustrofobia casi nubla mi día. A medida que avanzaba sentía que me alejaba del lugar por donde podía "escapar" y a la vez me acercaba a la supesta nueva salida. No la pasé bien, pero lo superé agilizando el paso y tratando de no pensar demasiado. Pobre la gente que trabaja ahí. Hay muchos locales lejísimos de salidas, es un lugar sin luz natural, sin el "aire" de afuera. No gracias,paso. Jajajaja
Ya en Chapultepec, nos costó encontrar la parada del pesero/camión de vuelta. El chofer de la ida nos dijo que la parada estaba "al final de la mera banqueta" (¿?). La pregunta hubiese sido: ¿cual de todas las banquetas (veredas, aceras)? Es una zona tipo terminal de colectivos, con varias callecitas paralelas, por donde pasan decenas y decenas de pesero y camiones. Finalmente la encontramos: era la última parada en la última "banqueta". Destino: Bosque de Las Lomas (¡cuidado! que no sea el que diga "Las Palmas").
La esquina de la casa de Gloria estña adornada con arbustos recortados prolijamente, con formas de animales, muy simpático,
Comimos "tostadas" que nos preparó la dueña de casa. Son tortillas de maíz fritas (sequitas y duritas) con una buena capa de frijoles refritos, unas rebanadas de aguacate (palta), lechuga, crema y queso canasta. ¡Qué ricor! Caí en la tentación de repetir bajo la insistencia de nuestra anfitriona. Valió la pena. Para rematarnos nos armó unas sincronizadas (quesadillas de jamón y queso).
Así fue más o menos mi último lunes en el DF, el día previo a que mamá comenzara su curso (la razón por la que hizo el viaje).
Será hasta la próxima.