Última salida...
Bien bien turístico, fuimos a Puerto Calero para (tratar de) hacer una excursión en un submarino amarillo. La intención estuvo, pero los €50 por persona no los quisimos pagar. El dato: el dvd sale €10.
Al sudeste de la isla (sur de Arrecife), este puerto está lleno de barquitos venidos de otros países de Europa, familias europeas, restós con una oferta gastronómica internacional, y precios bastante elevados (eso lo veíamos venir). Pintoresco al fin, con mucho arte desparramado por las callesitas, me dediqué a sacar varias fotos. Me asombró ver el agua tan cristalina con peces nadando de lo más felices bajo mis pies.
No fuimos a ver el Museo de Cetáceos (tienen un esqueleto de ballena o algo por el estilo en la entrada) porque Juano tenía que ir a la escuela.
Volvimos para Arrecife, aprovechamos para dar otra vuelta por Ikea (si, se me caía la baba como buena casi-diseñadora y compradora compulsiva que soy). Almorzamos unas deliciosas albóndigas suecas (¡más! ¡más! ¡más! jajajaja)
Fue un muy lindo día, muy divertido, lleno de cosas lindas, como lo es la isla en sí y como fueron todas las salidas con los tíos.